miércoles, 21 de julio de 2010

De monjas y dragones

Al final dije que no tardaría en escribir y, bueno... no es un año, pero tampoco es el tiempo que yo esperaba.

Finalmente, volví del monasterio hace unas semanas, y la verdad es que he estado muy bien, muy tranquila,y la experiencia ha sido curiosa. Al principio pensaba que yo debería seguir los horarios y rezos de las monjas cistercienses de Casarrubios del monte, pero lo cierto y verdad es que me dieron absoluta libertad, porque el convento se divide en zona de clausura para las monjas y zona de hospedería. Nada más llegar me dieron dos llaves: una da a la calle y otra a un jardín con huerto, con lo cual yo podía salir o entrar a la hora que me diera la gana. Las habitaciones estaban el piso de arriba, y equipadas con baño propio, con su ducha y su labavo y su todo; la parte de abajo se destinaba a una capilla, dos retretes, un comedor y una cocina. Podía ir por cualquiera de estas dependencias a cualquier hora, y sólo hablaba con las monjas que me servían la comida y la cena cada día (que era abundantísima, me he puesto de un ceporro...). Pero lo más curioso del asunto es que estas monjas no piden dinero por hospedar a la gente, ellas tienen otros medios para ganarse la vida, como son un taller textil en el que hacen mantelerías, y un negocio de venta de pastas y bizcochos (que por cierto, están de muerte, con razón me he puesto ceporra!). Es decir, tienen una hospedería reformada, acondicionada, con un montón de comodidades, para que esté casi vacía la mayor parte del año. Cierto es que todo el mundo que va les da algo como agradecimiento por su hospitalidad, pero si se enteran de que alguien no tiene recursos, directamente no le aceptan el dinero. Recuerdo que cuando me fui a estudiar a Madrid, mis padres me metieron en una residencia de monjas dos años. Intenté escapar lo antes posible, no me gustaron ni ellas ni sus normas y las puse a caer de un burro. Pero me alegra ver que existen monjas tan simpáticas, tan trabajadoras y tan buenas como éstas, de verdad.

Pero la pregunta siguiente es: "¿Y qué leches hiciste allí tú sola?" Pues leer, rezar, pasear, estudiar francés para mi examen de septiembre y, sobre todo, intentar escribir:

Llevo unos dos años intentando terminar algo parecido aun poemario, pero que dura como un purgatorio. Hablando con amigos y colegas que conocen este mundo, me han dicho que un poemario decentito y normal debería tenr unos treinta poemas o más. Cuando llegué al monastero, tenía medio decentes y terminados unos diez u once. Lo bueno fue que de allí he vuelto casi con veinte, pero sin terminar, y reconozco que eso me desespera. Dice mi admirado y bienamado Serrat, que escribir es uno de los mejores purgantes que existe, pero una de dos, o sufro de diarrea mental y por eso sólo me salen mierdas, o, como Unamuno, soy un ser completamente ovíparo, con años de empolle entre una pieza y otra. El caso es que la cosa no sale, ni por activa ni por pasiva y, cuando termino de leer, todo me parece una castaña. Además paso largos intervalos entre que escribo algo y vuelvo a sentir deseos de hacerlo. Mi estancia en el monasterio ha acortado este proceso, y entre eso y el calorazo que me como con patatas todo el día, utilizo la noche como medio de fuga e inspiración.

Es en estos momentos cuando recuerdo a mis queridísimos Bjorn Ulvaeus y Benny Andersson, los dos suecos barbudos, letristas y compositores del gran grupo ABBA. Benny, antes de llegar a su objetivo vital (que no era otro que le de convertirse en un auténtico sueco con barbas) exponía la teoría del dragón. Según él, la inspiración es como un dragón que vive en un cueva, y tú debes sentarte todos los días, el tiempo que sea necesario, hasta que lo ves salir. Si de verdad quieres verlo esperarás y saldrá, y tu espera se verá recompensada. Pero si te vas a echarte una siesta, no lo verás salir y lo perderás todo. Esto último es lo que nos pasa a los que, aunque durmamos con un cuaderno cerca, nos quedamos sin muchas ideas, porque en esos momentos entre la vigilia y el sueño, imaginando sublimidades, sabemos que si paramos para escribir, nuestra mente va más rápido y nos perdemos muchas cosas; si no lo hacemos, seguimos hasta finalizar la idea y lo perdemos todo. ¡Vaya un jachondo el dragón ése!

Si esto es cierto, el tío es un tirano y un déspota, porque cuando le da la gana no sólo puede inspirarte, sino que te inspira cada vez en una dirección, y retomar un trabajo antiguo se hace psado y difícil. "Ahora tengo ganas de poesía, pero hoy creo que deberías plantearte un tema para una obra de teatro, o para una novela infantil o ¿por qué no vuelves de una puñetera vez al blog?" Y así ando. Yo creo que el dragón éste tiene un semáforo en la cueva, y si no, yo se lo pondría, porque muchas veces me dan ganas de ponerlo tan verde que le dejaría la cara colorada como un tomate de vergüenza. Así que aquí estoy, penando por lo caprichos de un dragón extreñido e inoportuno, con horario de musa y de puta al mismo tiempo, y que tarda casi tres años en incuvar una mierda de huevo. Ahora entiendo la leyenda del día de Sant Jordi, que mató un dragón y en su honor se regalan libros. Yo esoy segura de que estas reglas no valen. Así, ya podrá, el abusón...

lunes, 5 de julio de 2010

¡Aquí estoy otra vez, por si aún existiera alguien en el universo conocido que deseara seguir leyéndome! Pero no pasa nada. De entrada, he restaurado la imagen del blog, que estaba la pobre hecha un asco, y ahora está requetebella bella, más que bella, bellota!

Tras este cambio de imagen, intentaré hablar de lo que me salga de las narices como yo quiera. Ya sé que era un poco lo que hacía antes, pero ahora creo que voy a hacerlo más y mejor.

¿Que qué me ha pasdo en casi un año sin escribir? ¡Qué buena pregunta! Pues... muchas cosas la verdad. Mis siete magníficos se graduaron y no pude pillar a las personas indecetes que destruían nuestra clase, pero este año el colegio ha creado una nueva medida: en todas la clases los alumnos se turnan para vigilar en los recreos y ser responsables, algo se podrá hacer, digo yo, parece que la cosa ha funcionado. He tenido un alumno, al que llamaré "seispesetas" por ser más que duro él, al que he deseado fervientemente dar un par de hostias en más de un momento. El pobre no es malo, pero es más chulo que un ocho, y no tiene visos de cambiar, ser un chungo que te cagas con el pelo como el gallo Kiriko es mejor que nada...

Ahora estoy estudiando francés con una mujer gabacha que viene a dame clases a mi casa. Intento sacarme uno de esos diplomas infernales que cuestan un riñón, y encima no te garantizan el aprobado, sino más bien el catastrófico suspenso. El calendario escolar nos limita cada vez más, pues el año que viene los enanos tendrán que estar desde el 13 de septiembre en las aulas; hasta el 27 de junio!!!! No sé cómo cojones vamos a sobrevivir a unos noventa sacos de hormonas con patas presos de sudores y calor, hacinados en aulas sin aire acondicionado y con un sol de justicia, y sin las más mínimas ganas de hacer ni el huevo, por supuesto. Sumad esto a las ganas que tenemos nosotros de aguantarlos en legión hasta esa fecha, y veréis lo bien que os salen las cuentas...

Pero no adelantemos acontecimientos, que todo eso ocurrirá en septiembre, y ahora estoy en julio, con un calor de cojones, disfrutando de mis vacances. He decidido irme unos poquitos días a un monasterio en un pueblo cercano, para alejarme del mundanal ruido y escribir cosas decentes y coherentes sin problemas. Así, en la paz monacal, puede que salga reforzada para enfrentarme a un mundo lleno de gigantes disfrazados de molinos; o por lo menos, tendré más serenidad a la hora de afrontar el hostiazo que me pegan sus haspas cada vez que me acerco. Fijarse si he cambiado, que incluso bajo de vez en cuando a la piscina, ese hervidero de marujas cotillas y niños meones con manguitos y flotadores de patos. Me encanta ver la cara de una madre que sabe que su hijo se acaba de mear, e intenta sacarlo con disimulo de la piscina... eso no vale, señora.

Y estoy siguiendo los mundiales of course!! El otro día, la victoria de España, no pude por menos que ver en youtube la final de gimnasia rítimica de Atlanta 96, en la que nuestro equipo ganó el oro por una vez en su vida ¡Qué perfección! Pues eso, que como la liga me la paso por el forro, y Nadal es muy majete y hace videos con la Chaquira, lo único que me interesa además de los mundiales y el patinaje artístico masculino es la gimnasia rítmica; lo que pasa es que mi querida Paloma del Río se nos va cada vez más, y hasta la obligan a callarse sus exclamaciones de emoción, de alegría y de reproche para los deportistas que salían por la pantalla. Ahora, cuando un patinador haga un triple loop en vez de uno cuádruple, ¿cómo lo sabremos? Diremos "¡Qué bonito! No entiendo cómo le dan esa puntuación que parece tan baja..." Siempre se trata de silenciar a los genios, y Paloma del Río ha caído en la conjura de los necios del deporte que, a juzgar por los titulares del Marca, son muchos...

Bueno, pues poco más, ya iré poniendo cosas, espero no demorarme demasiado, pero bueno... Un besoooooooooooooooooooooooo